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Capítulo 3: Las madres de Disney

 Con todo lo anterior en la cabeza ¿Para qué sirven las madres de Disney en sus historias? Y de acuerdo con esto ¿qué tipos de madre han construido las películas de Disney? Vamos a hablar de las categorías de madre disneyana.

1.  Madre amorosa: cariñosa, dulce, mimosa, focalizada en el cuidado y en la educación del héroe/heroína. En realidad, todas las madres salvo una (y algunas que luego se redimen). Es la característica absoluta de las madres de Disney, y una de las características fundamentales del arquetipo de la madre. Todas las categorías restantes (menos una) se engloban en esta. No le vamos a dedicar un epígrafe propio, porque en todos los casos hablaremos de los rasgos de afecto.

  • Elemental
  • Wish: el poder de los deseos
  • Red
  • Luca
  • Encanto
  • Onward
  • Bao
  • Los increíbles 2
  • Coco
  • Buscando a Dory
  • Vaiana
  • Zootrópolis
  • Del revés
  • El viaje de Arlo
  • Frozen
  • Brave: indomable
  • Enredados
  • Tiana y el sapo
  • Los increíbles
  • Buscando a Nemo
  • La Bella y la Bestia
  • Pocahontas
  • El planeta del tesoro
  • Tarzán
  • Mulán
  • Hércules
  • El jorobado de Notre Dame
  • El rey león
  • Los aristogatos
  • 101 dálmatas
  • La bella durmiente
  • Peter Pan
  • Bambi
  • Dumbo
2.  Madre sacrificada: se sacrifica por su hijo / hija, llegando incluso a morir por salvarlos. 

  • Buscando a Nemo
  • El jorobado de Notre Dame
  • Bambi
  • Dumbo

    Como su nombre indica, la madre sacrificada se sacrifica por su hijo o hija. El papel narrativo de estas madres es doble. Por un lado, la muerte de la madre forma parte de la construcción arquetípica del héroe, que tiene que emprender un crecimiento difícil sin el apoyo material de una madre. Como dice el padre de Bambi al pequeño después de la muerte de su madre "Tienes que ser valiente y aprender a andar solito" (Bambi, 42:55)  Por otra parte, el sacrificio de una madre genera un poderoso efecto patético que identifica inmediatamente al espectador con el héroe (especialmente si es un niño o niña, pero no sólo ¿a cuántos adultos y adultas se les han saltado las lágrimas en Dumbo o Bambi?), sobre todo si la madre se muere. 

    En el caso de Buscando a Nemo la muerte de la madre defendiendo la puesta de pececitos es el primer motor de la acción de la historia: como consecuencia, el padre de Nemo se queda con un miedo tan enorme a perder al pequeño que le queda, que además muestra una pequeña discapacidad, que lo sobreprotege y le impide crecer (Buscando a Nemo, 0:54-3:35, 5:55-6:10) . En el caso de El Jorobado de Notre Dame, el asesinato de la madre de Quasimodo a manos del juez Frollo no sólo obliga a éste a ocuparse del bebé, sino que sirve además para poner de manifiesto la maldad sin remisión del personaje (El Jorobado de Notre Dame, 2:31-5:35).

    Las dos madres siguen el estereotipo físico femenino de Disney: la belleza de la gitana madre de Quasimodo, esbelta, ojos grandes, muy dulce,  y la suavidad en el caso del pez madre de Nemo. Ésta, llamada Coral, es más pequeña que el padre, más redondeada, de formas más suaves, con rasgos menos marcados que el padre y de gestualidad más dulce. Las cejas (o lo que hace las veces de ceja) son más finas, y la mayor parte de las veces permanecen arqueadas. Además, Coral posee una voz cálida, de dicción más lenta y modulada que el padre, y se mueve con mayor cadencia. 

    La madre de Dumbo no se muere (afortunadamente, porque no le faltaba más que eso), pero es el personaje que junto con la de Bambi han sentado las bases del arquetipo no sólo de la "madre sacrificada", sino de "la madre" en el universo de Disney. La mayor parte de las características de ambas se han mantenido a lo largo de toda la historia de la compañía, aunque algunas de ellas hayan variado o hayan desaparecido. Por eso vamos a detenernos aquí un poco más. 

    Ambas madres ocupan mucho más tiempo de metraje. La madre de Bambi aparece en el minuto 5:11 y muere en el minuto 41:36 (de un total de 70 minutos), y la madre de Dumbo permanece durante toda la película. Ambas aparecen con mucha frecuencia, interaccionando con sus hijos y con otros personajes. Es decir, tienen mucha presencia en la película. 

    La madre de Bambi tiene un cuerpo esbelto, grácil, de líneas muy suaves. Se mueve con mucha elegancia y dulzura, calmadamente salvo en los momentos de peligro, cuando echa a correr y obliga a correr a su hijo (Bambi, 19:21-22:03; 39:38-41:36). Es muy hermosa, los ojos son muy grandes, con los iris muy dilatados y oscuros, con largas pestañas que mueve lentamente, el rostro afilado y de líneas muy suaves, sin rasgos marcados. Su expresión es muy tierna, salvo en los momentos de peligro, y la voz es muy melodiosa, suave. Habla con mucha corrección y cortesía, y muy cariñosamente.  

    En cuanto a la relación con su hijo y a su construcción como madre, los tres rasgos esenciales son el amor, el cuidado (en todos los ámbitos: le alimenta, le da calor, le enseña los aspectos prácticos de la vida y cómo debe comportarse, etc.), el acompañamiento constante y la protección. 

    Cuando ella está en escena, siempre junto a su hijo, la cámara no se mueve o lo hace pausadamente, con calma, en planos horizontales. La música que suena de fondo es armoniosa e invita a la tranquilidad, salvo en los momentos de tensión ya citados.
    En el caso de Dumbo, la madre del héroe tiene una dimensión mayor. La madre de Dumbo aparece en el minuto 1:38 y es lo último que se ve de la película, en el minuto 56: 24, de un total de 64 minutos. Podríamos decir que casi la película va de ella, porque aparece en numerosas escenas largas.
    En el inicio de la película, se ve un circo al que llegan las cigüeñas con bebés para muchas de las hembras. Y una de las elefantas espera con ilusión que para ella llegue un paquete. Pero la cigüeña llega tarde, y el paquetito de Dumbo llega cuando ella ya ha perdido la esperanza. No queremos tratar el tema de la maternidad o la visión de género, pero no podemos dejar de referirnos al refuerzo de esa idea que considera que una mujer no está completa como tal si no ha tenido un hijo. De ahí la espera ansiosa y la tristeza absoluta a verse sin hijo en los brazos en medio de una eclosión de maternidad en todo el circo.
    Por eso, la sra. Jumbo, cuando llega por fin el elefantito siente una alegría inmensa. Las demás elefantas, al verlo tan lindo, prorrumpen en signos de admiración, que cambiarán a repulsión y burla cuando el elefantito estornuda y se despliegan sus desmesuradas orejas. El conflicto está servido: Dumbo tiene una deformidad que le acarreará a él burlas, desprecios y rechazos, y a su madre la marginación y la cárcel.
    Cuando las burlas se convierten en acoso, la madre de Dumbo reacciona y se convierte en lo que veremos más tarde como "madres peleonas": se enfada y ataca violentamente a los chicos que están haciendo daño a su pequeño, con lo que provoca que la gente del circo la ate y la encierre encadenada en un carromato con rejas donde un cartel proclama "Elefante loco" (16:47-17:35)
    Dumbo se queda solo, todo el mundo se ríe de él o lo rechaza, los dueños del circo lo convierten en objeto de burla y lo someten a situaciones peligrosas. Es decir: nadie cuida de él, está solito.
    En un momento particularmente doloroso, el elefantito va llorando a ver a su madre encerrada. Ésta estira todo lo que puede sus cadenas, con lo que los grilletes le provocan dolor en las patas, con tal de poder sacar la trompa por las rejas y consolar a su hijo. Con la trompa le enjuga los lagrimones y le acaba cogiendo y acunando mientras le canta una canción que no deja un ojo seco en toda la sala (Dumbo, 35:55-38:55):


    Baby mine, don't you cry
    Baby mine, dry your eyes
    Rest your head close to my heart
    Never to part
    Baby of mine

    Little one, when you play
    Don't you mind what they say
    Let those eyes sparkle and shine
    Never a tear
    Baby of mine

    If they knew sweet little you
    They'd end up loving you too
    All those same people who scold you
    What they'd give just for the right to hold you
    From your head to your toes
    You're not much, goodness knows
    But you're so precious to me
    Sweet as can be
    Baby of mine

    All those same people who scold you
    What they'd give just for the right to hold you
    From your head down to your toes
    You're not much, goodness knows
    But you're so precious to me
    Sweet as can be
    Baby of mine

    (Baby of mine, Frank Churchill y Ned Washington)

    El resto de la película es bien conocido: apoyado por otros marginados como él, Dumbo se da cuenta de que su pretendida discapacidad, sus enormes orejas, en realidad le permiten la maravillosa capacidad de volar. Y será esa capacidad la que le convertirá en todo un éxito, famoso y adorado, y le permitirá comprar un vagón super-lujoso en el que vivirán él y su madre muy juntos en perfecta felicidad.

    ¿Cómo es la madre de Dumbo?

    Físicamente, evidentemente, es una elefanta, con lo que tiene las características de un elefante. Cuando está en actitud neutra, mantiene la cabeza un poco baja y mira desde abajo, lo que acentúa su carácter humilde y sumiso. Va vestida con un amanta que le cubre los hombros y el pecho, y lleva un gorrito con volantes, muy infantil. Manta y gorrito son azul y rosa pastel. La expresión del rostro es sobre todo dulce, acogedora, un poco infantil. Tiene unos ojos muy grandes, un poco inclinados hacia abajo, azules, con grandes pestañas que mueve lentamente. Tiene una voz extremadamente dulce (un poco empalagosa), de pronunciación lenta y muy precisa. Su expresión tierna y sus movimientos lentos y pausados se ven acentuados por contraste con las otras elefantas, más bruscas, más grandes, de rasgos más marcados y expresiones agrias, de voces chillonas y desacompasadas. 

    Cuando éstas se ríen de Dumbo, su madre no reacciona violentamente, sino que se aparta y consuela con amor a su hijo. Sólo reacciona violentamente ante el acoso físico: defiende a su hijo y a ella misma cuando la atan y la encierran, apartándola del pequeño. En ese momento sus movimientos son violentos, desordenados, y su rostro muestra la rabia y la desesperación. 

    En su encierro, vuelve la dulzura y sobre todo la tristeza. Cuando llora, grandes lagrimones se deslizan lentamente de sus ojos, y caen por su rostro, reforzando la sensación de desánimo y desconsuelo al verse lejos de su hijo desprotegido.

    Todo se vuelve alegría al final: sonrisas, trompa en alto, felicidad.

    El lenguaje cinematográfico refuerza la imagen: cuando están juntos madre e hijo, el ritmo es lento, pausado; los planos largos, tranquilos, centrados; la música es suave, armoniosa, dulce. Pero en la escena en la que ella pelea, el ritmo se acelera, los planos se suceden rápidamente y los encuadres son violentos, diagonales, picados y contrapicados, y la música es disonante y tensa. 

    ¿Cuál es el papel de la madre de Dumbo en la narración? La madre de Dumbo es la gran motivación para que el elefantito se enfrente a sus miedos. De hecho, lo primero que hace cuando triunfa es sacarla de su vagón-cárcel y ponerle un vagón lujoso y moderno. La sra. Jumbo genera numerosas emociones que atan el espectador a la historia y a sus protagonistas: pena que se multiplica en la escena de la canción, indignación frente a las burlas que sufre el pequeño, rabia justiciera ante la injusticia de que encierren a una madre por proteger a su hijo y alegría frente a la vindicación final de la madre.  

    No es de extrañar que todas las madres de Disney sean herederas de la madre de Bambi y la madre de Dumbo, que son un poco las "madres fundadoras". 

    2.  Madre peleona: derivada directamente de la sra. Jumbo, una madre se pone así cuando tiene que defender físicamente al héroe o a la heroína con todas sus fuerzas, adoptando roles más habitualmente asociados al mundo masculino o paterno.

    • Onward
    • Red
    • Brave
    • Los Increíbles 1 y especialmente, la 2
    • 101 Dálmatas
    • Los Aristogatos
    Con el tiempo los roles femeninos de Disney han ido adoptando características más acordes con las conquistas feministas y la propia realidad de la vida de las mujeres (v. en la bibliografía todos los títulos que revisan las películas de Disney desde una perspectiva de género). Lo mismo ha ocurrido con las "madres". De ahí podríamos esperar que esta categoría estuviera compuesta sólo por películas de la tercera etapa de Disney, a partir de los años 2000.  Es verdad que la mayoría de estos títulos son posteriores al año 2000, pero hay dos títulos clásicos: 101 dálmatas y Los Aristogatos.
    En ambos casos las madres son animales, una perra dálmata y una gata "de lujo", de Angora. En ambos casos, son madres profundamente amorosas, con todas las cualidades que estamos repitiendo en todos los arquetipos: cariñosas, cuidadoras, educadoras, protectoras. (Los Aristogatos, 101 Dálmatas) Pero ambas se ven enfrentadas a villanos que quieren asesinar a sus hijos e hijas y no les queda otro remedio que actuar. 
    Perdita se ve acompañada por su marido, Pongo, padre de los cachorros. Les ayudan un montón de animales: otros perros de Londres y de las zonas rurales, caballos, gatos, imitando la estructura de protección ciudadana que se desarrolló en Gran Bretaña durante la 2ª Guerra Mundial. No hay más hembras en esa red, sólo Perdita. Y cuando tiene que atacar a los malos que quieren matar a sus perritos y a otros muchos cachorros para que la súper villana se haga un abrigo con su piel, no lo duda: lo hace con uñas y dientes, sobre todo con dientes. (101 Dálmatas)
    El caso de Duquesa es un poco diferente. Su valor no se manifiesta físicamente, sino a través de la sabiduría de adaptarse a una situación que la sobrepasa por todo y en todo: verse arrojada de su vida de riqueza y comodidad a la vida de la calle, pobre, peligrosa, pero también auténtica y divertida. Así para proteger y salvar a sus hijos (y a sí misma) acepta un amor "incorrecto" que dará a los gatitos un protector y un padre (y encuentra amigos pintorescos y leales). La historia toca muchos tópicos: el amor incontrolable que derriba barreras sociales, la aventura que hace crecer a sus protagonistas, la unión armoniosa de contrarios, el amor femenino que puede cambiar a su pareja masculina, la redención del calavera que se enamora con "amor verdadero" que siempre acaba legitimado por el matrimonio, etc. 
    En un primer momento Duquesa parece un modelo del tópico de la "mujer florero" que usa su belleza, su sensualidad y su dulzura para "cazar" un hombre "de verdad". En este caso es además un hombre "pobre" que vivirá una vida de lujos en un palacio disfrutando de la fortuna que su esposa heredará a la muerte de su riquísima "dueña". Pero consideramos que para hacer lo que ella hace hay que tener mucho valor y mucho carácter, y además queremos que el amor entre ella y O'Malley sea grande, sincero y "verdadero".
    ¿Cómo son estas dos madres? 
    En el caso de Duquesa, sus armas son las "armas femeninas": la belleza, la sensualidad, el desvalimiento elegante, la dulzura. Así que físicamente es un gato de Angora, blanco, muy hermosa, de líneas sinuosas y sensuales. Sus rasgos son también suaves, redondeados. Los ojos (un gran interés en los personajes femeninos de Disney) son muy grandes, muy azules, de larguísimas pestañas que mueve lentamente para seducir a O'Malley (Los Aristogatos) Sus movimientos están de acuerdo con el físico: elegantes, sensuales, felinos. Sus gestos son amables, sonrientes. Su voz es melodiosa, suave, dulce, de dicción impecable.
    Su carácter es ante todo dulce. Amorosa con los gatitos, amorosa con O'Malley. Acogedora, responsable, protectora, cuidadora, maestra. 
    El físico de Perdita es similar: figura elegante y esbelta, rostro fino de expresión delicada, movimientos elegantes y delicados, voz melodiosa y dulce, etc. Si embargo, hay más igualdad entre ella y el macho, teniendo en cuenta que son de la misma raza (mientras que Duquesa es "de raza" y O'Malley es un gato callejero, lo que supone una gran diferencia física y de modales entre ellos), lo que se manifiesta también físicamente. Los rasgos que feminizan a Perdita frente al macho son: más esbeltez corporal (menos pecho, menos ancas), cabeza más fina, de mandíbula más estrecha, cejas más finas, expresiones menos marcadas, menos manchas y más pequeñas, más cantidad de blanco en la piel y movimientos menos bruscos.  
    Los rasgos de carácter de Perdita no se diferencian mucho de los de  Duquesa, salvo porque muestra más iniciativa, y una mayor disposición hacia la violencia física: muerde con ferocidad si es necesario, corre, trabaja físicamente para salvar a los perritos. El carácter amoroso es igual. 
    El lenguaje cinematográfico refuerza todas estas características: planos largos, centrados; encuadres centrados igualmente; ritmos lentos o a media velocidad; música tranquila, más melodiosa en el caso de Duquesa, más rítmica en el caso de Perdita, pero siempre armónica. 
    Las madres peleonas de las películas más recientes  han adoptado características que tradicionalmente se han atribuido a personajes masculinos: son valientes, activas, duras y sobre todo violentas. La violencia no se ha relacionado con las madres de Disney, y con las mujeres de Disney, salvo en este caso: la defensa de los hijos e hijas, y en algún caso (pocos), del marido, como en las dos películas de Los Increíbles. Estas últimas películas no las vamos a tratar porque hay un estupendo análisis de E. Martínez-Rodrigo y J. Martínez-Cabeza Jiménez al que remitimos (2020). 
    Las madres de las otras tres películas que mencionamos resultan personajes un poco más complejos. De hecho más complejos que las heroínas. Todas tienen las características estereotípicas de las madres: son ante todo madres amorosas, que quieren profundamente a sus hijos e hijas y se lo demuestran de manera palpable; son cuidadoras, ocupándose del bienestar de sus hijos e hijas en todos los aspectos: les dan de comer, les limpian, les dan calor, les educan, les visten, etc., en resumen, dedican su vida a hacer las vidas de sus hijos más fáciles y cómodas. Como cuidadoras y amorosas, apoyan a sus hijos e hijas: les animan, les valoran diciéndoles son guapas, listas e importantes. Y son protectoras: hacen más seguras las vidas de sus hijos e hijas y los defienden de las maldades del mundo. Y si es necesario, matarán por ellos, como hará la madre de Mérida (Brave, 1:19:20). Esta última característica distingue a las madres de estas 3 películas.
    La madre de Mérida parte de uno de los tópicos de Disney que veremos más tarde, el de "en nombre de la tradición y el bien de la familia, mi madre me obliga a ser lo que no soy". Esto la convertiría en una madre manipuladora y terrible, pero no es así, porque todo lo hace por el bien de su hija, porque la quiere y el amor la justifica aunque la heroína se exaspere (Brave, 5:32-6:48; 26:01-28:50). De hecho, es esa obligación lo que moverá a la heroína a hacer lo que desencadena la historia. Es decir, la madre dominante genera el conflicto que iniciará la trama. 
    Lo que hace especial a la película Brave es la figura de la madre. La heroína resulta una reformulación feminista de las princesas tradicionales, con las que comparte varios rasgos (v. Bibliografía). La que no resulta tradicional es la madre, que pasa de ser la "madre arquetípica" (elegante, refinada, responsable, consciente de sus obligaciones,  a transformarse en una madre (aunque osa) que acompaña a su hija, que pierde su rigidez y su saber estar para cazar peces en el río, comer sentada en el suelo y al final peleando a muerte para salvar a su hija, aunque deba sacrificarse y quedarse convertida en osa para el resto de su vida. (Brave, 52:38-58:39; 1: 18:09-1:19:20) Así, la madre de Brave podría clasificarse también dentro de las madres sacrificadas.
    La madre de los héroes de Onward también pelea por sus hijos, aunque no tiene el carácter de "madre terrible" que quiere obligar a sus hijos a ser lo que no quieren ser. Más bien todo lo contrario: es una madre "coach" que en todo momento les apoya, les anima, les dice que son estupendos aunque el mayor sea un desastre y el pequeño un discapacitado social (de lo que ella es consciente, cuando afirma que no son muy espabilados, Onward, 43:19) . Por ellos se lanza a una persecución nocturna acompañada de una dudosa monstrua que lleva un bar de mala reputación y acaba enfrentándose espada en mano con un dragón mágico, al grito de "soy una guerrera poderosa "(Onward, 35:17-36:40; 1:22:41-1:24:24) De hecho, ese mismo grito lo repite como un mantra mientras hace ejercicio en casa al inicio de la historia, cuando es un ama de casa moderna (Onward, 3:14): ella, como la madre de Brave, también se transforma a lo largo de la narración.

    La madre de Mei Mei en Red comparte con la reina Elinor el obligar a su hija a ser lo que no quiere ser, por su propio bien Red, 0: 57-1:10; 4:42-6:59). En realidad, Ming Li no defiende a su hija de un mal externo, sino de un mal interno, el mismo que ella posee. La película incide mucho en el aspecto rígido de la madre, en su obsesión por que su hija llegue a la excelencia con una educación muy estricta, contra la que su hija se rebela para "ser como las demás adolescentes". Hasta aquí, un conflicto que Disney tratará muchas veces. Pero la novedad es que la madre es peor que la hija, como se ve en la escena en la que se transforma en el panda monstruoso llevada por la ira (Red, 1:11.01-1.11.08) El valor de Ming Li no reside en que defienda a su hija de un villano, que en esta película no existe. El villano de Red son ellas mismas, que se desactiva cuando lo aceptas como propio y disfrutas de las ventajas que puede darte. Y ese viaje interior lo hace la heroína acompañada por su madre, no sólo porque su madre la anima y la apoya, sino porque acaba teniendo el valor de pasar por lo mismo.

    La madre de Red responde también a un estereotipo materno que generó una polémica mundial en 2011, cuando la escritora sinoestadounidense Amy Chua publicó Battle Hymn of the Tiger Mother (en español, Madre tigre, hijos leones), un libro que defendía el valor de una educación enormemente rígida, basada en el modelo de la educación tradicional china, para que los hijos, y sobre todo las hijas, alcanzaran la excelencia. Ming Li es una madre tigre punto por punto, y la educación que recibe su hija reproduce punto por punto lo que afirma este libro. El juicio de la película, implícito, es que ese modelo educativo quizá no sea lo mejor.

     ¿Cómo son estas madres? 

    Más variadas. Los aspectos cariñosos son los mismos, aunque las de Brave y Red no dudan en ser muy severas y criticonas con sus hijas, desagradables y ásperas si hace falta. El amor se impone, siempre, pero rozan la terribilidad. 

    Físicamente no se parecen mucho, y son más cercanas a la realidad que el típico físico Disney, especialmente la madre de Onward: regordeta, bajita, con gafas y pelo corto, vestida con un jersey y unos pantalones que no muestran elementos hiper-feminizadores, como sí hace el vestido de la reina Elinor, que marca sus curvas. La de Brave y la de Red no muestran rasgos de edad, son esbeltas, bien cuidadas, sin un pelo fuera de sitio, elegantes, educadas, saben estar en todo momento, serenas, guardan la compostura, etc. 

    Al menos hasta que se transforman. En ambos casos esa transformación es radical: una en osa y la otra en panda rojo gigante, lo que hace más llevadera para el espectador que las madres de las heroínas pierdan el control de esa manera. Pero en el caso de la madre de Mei Mei ese cambio se produce antes de la transformación: en este momento, la rectitud y la elegancia que Ming había representado durante toda la película se vienen abajo para dar paso a una mujer iracunda guiada por el afán de controlar a su hija y de impedir que ella se aleje de su lado: se despeina, se le contraen las pupilas y su cara adopta un aspecto terrible y feroz (Red, 1.11.01-1.11.08).

    Frente a otras madres Disney, estas madres tienen unos movimientos más decididos, más vivos y nerviosos, y en el caso de la madre de Onward, hasta torpes. Sus movimientos y encuadres de cámara, sus planos y su ritmo son centrados, calmados, horizontales hasta que se produce el enfrentamiento, que se resuelve en un ritmo frenético, picados y contrapicados que se suceden en planos cortos, música desacompasada, y tensa, etc.

    3. Madre ausente: madre que existe, o existía, porque tiene que existir pero que no tiene trascendencia en la narración o en la construcción del héroe. A veces se ausenta porque se muere pero el relato no se detiene mucho en esa muerte. Cuando aparecen lo hacen en la introducción y en la conclusión, y nada más.

    • Wish, el poder de los deseos
    • Encanto
    • Coco
    • Buscando a Dory
    • El viaje de Arlo.
    • La madre biológica de Rapunzel en Enredados
    • Frozen
    • El rey león
    • Hércules (Hera)
    • Tarzán
    • El planeta del tesoro
    • La Bella y la Bestia
    • Pocahontas
    • Peter Pan
    • La bella durmiente

    Las madres ausentes son eso mismo, ausentes o casi. Han parido al héroe o a la heroína y forman parte de su contexto vital, pero su intervención, si tiene lugar, se limita al principio y al final de la historia. Si tienen algún papel, es mínimo.  

    A veces las madres ausentes se han muerto y nada más. Las de Pocahontas y la Bella y la Bestia se mueren en un pasado remoto. Otras veces, su muerte tiene algún peso en la trama. La madre de Tarzán muere al principio de la película (Tarzán, 3:58) y Tarzán no encuentra sus restos hasta que ya es adulto y es entonces cuando el héroe toma conciencia de su diferencia, y la acepta (Tarzán, 1:03:52-1:04:57). De la misma manera, la pérdida de la madre en Frozen alimenta el sentimiento de soledad y aislamiento de la protagonista y acrecienta el conflicto inicial de la trama (Frozen, 10:10-11:28).

    Cuando están presentes, las madres ausentes aparecen casi solamente en la introducción del relato y en el final. A veces sólo forman parte del contexto del héroe. Así, lmadre del pequeño dinosaurio Arlo se limita a quererle y cuidarle mucho (El viaje de Arlo, 3:32-12:20), la Hera de Hércules tiene una aparición meramente decorativa (Hércules, 3:13-5:05; 11:15-11:33; 13:40-13:51), y la madre de Wendy y los pequeños en Peter Pan está muy guapa, adecenta dulcemente el traje de su marido, consuela a su hija mayor y deja a los niños al cuidado de una perra que hace de niñera (Peter Pan, 3.27). Podemos notar también que Wendy adopta el papel de madre de Peter Pan y de los niños perdidos en la película. La madre de Simba pare al heredero, acepta con resignación la viudez, la pérdida de su hijo y el dominio del malvado Scar, y celebra la victoria y el regreso del príncipe. Nada más. En las películas Coco y Encanto, las madres no tienen ninguna relevancia, aparte de remachar la insistencia de las abuelas en que ambos protagonistas se plieguen y cumplan con las expectativas de la familia. 

    Otras veces, aún sin estar durante la mayor parte de la narración, la madre ausente ejerce una función un poco más significativa en el desarrollo narrativoLmadre de La Bella Durmiente intenta proteger a su bebé de la maldición de Maléfica, acentuando la maldad de la villana al contrastarla con el amor de una madre (La Bella Durmiente, 8:31-9:31). La madre del protagonista de El Planeta del Tesoro le cría, se preocupa por él y acaba respondiendo al  tópico de la madre temerosa, reticente a la partida del héroe pero que le acaba dejando marchar  porque le quiere y confía en él: el héroe se ve en la obligación de actuar correctamente porque tiene que cumplir con las expectativas de su madre (El planeta del Tesoro1:28-3:19; 4:57-8:49; 12:11- 15:34). La Dory adulta saldrá en busca de su madre perdida porque tiene un recuerdo de ella (Buscando a Dory55-2:33). En el caso de Enredados, lo que le ocurre a la madre da comienzo a la historia: se pone enferma durante el embarazo y lo único que la salva es una flor milagrosa que traspasa su cualidad curativa a la melena de la niña que va a nacer. Además, la dulzura de la "madre verdadera" pondrá de manifiesto que la villana, supuesta madre de Rapunzel, no lo es y no puede serlo. (Enredados1:43-3:22). La madre de Wish la consuela, la protege del villano (Wish, 54:58), pero su papel se limita a ser para la protagonista algo que proteger y motivación para luchar. 

    Cuando estas madres ausentes, pero vivas, aparecen al final de la película, siempre ocurre lo mismo: reciben con amor, alegría y orgullo al héroe o a la heroína que llega de su viaje iniciático habiendo conseguido la victoria. Y ahí acaba su papel. 

    A pesar de que no tienen un peso grande en la narración, todas estas madres manifiestan amor por sus hijos e hijas de una manera evidente y natural: las madres quieren, protegen y cuidan a sus hijos porque así debe ser. O esto se sobreentiende en el caso de las que han muerto. Todas se parecen a sus hijos o hijas. Las humanas tienen un físico similar, con la belleza estereotipada de las mujeres Disney: ojos grandes y grandes pestañas, rasgos regulares, delgadas sin voluptuosidad, sin rasgos que acentúen la edad. Las no humanas (leona, pez y dinosaurio hembra) tienen las mismas características: más pequeñas que los padres, de líneas suaves y sinuosas, y con rasgos faciales menos marcados. La única que no es delgada y elegante es la madre de Mulán, regordeta y un poco más mayor que las demás, probablemente porque construye una madre más "antigua", más "tradicional".  En general, poca definición y ninguna diferencia también en signos de carácter: todas son dulces, de movimientos pausados, elegantes, tranquilos, con expresiones poco acusadas, afectuosas siempre. Sus voces son melodiosas, en los tonos medios, armónicas. Llevan aparejadas músicas tranquilas, evocadoras, siempre armónicas, en las que abundan instrumentos melódicos como el piano, el violín o la flauta.

    4. Madre desvaída. Esta categoría es complicada. No son ausentes, pero casi. Son madres casi intercambiables, muy arquetípicas, cuyo papel y su función narrativa son más o menos las mismas en todas las películas. Resultan personajes muy planos, con poca doblez, aunque estén más presentes en el desarrollo de los acontecimientos. 

    • Elemental
    • Luca
    • Vaiana
    • Zootrópolis
    • Del revés
    • Hércules, (Alcmena)
    • Mulán
    • Tiana y el sapo

    Algunas de estas madres sostienen incondicionalmente al héroe o a la heroína para que "persigan sus sueños" (una de las ideas recurrentes en el universo Disney)Entre estas madres contamos a la madre coneja de Zootrópolis, la madre adoptiva de Hércules, la madre de Tiana y el sapo y la madre de Vaiana.  La Alcmena de Hércules le insta a que se marche para encontrar "su verdadero yo" y cumplir su destino (Hércules, 20:11-20:27). La coneja de Zootrópolis y la madre de Tiana no comprenden a sus hijas, les sienten ajenos, les advierten de los peligros, y les instan a que acepten "la realidad" y no intenten lo que no pueden conseguir (Zootrópolis 3.13-4.13; 8:10.Tiana y el sapo, 12:25-16:00). La madre de Vaiana también lo hace porque tiene mucho miedo de que su hija se marche, declarando que su sueño "es imposible", pero al final acaba ayudándola a hacer la bolsa (Vaiana, 7:34-11:55; 15:13-16:06; 30:49-31:02) Pero estas madres tienen tal amor por sus hijas y tal confianza en ellas que aún así las apoyarán cueste lo que cueste, y si no triunfan en sus empeños, las acogerán de nuevo sin cuestionar nada. El apoyo de estas madres constituye uno de los principales motores de los protagonistas: deben triunfar porque deben honrar la fe que sus madres han depositado en ellos. 

    En esta categoría estaría también la madre de Del Revés, pero su posición resulta más matizada. La madre de Riley no acaba de comprender a su hija, pero intenta hacerlo. Su apoyo pasa por escucharla, entenderla y hacerle la vida más fácil. Es decir, esta madre acompaña a su hija en su viaje, aunque al final la heroína estará sola para afrontar el mayor desafío (en este caso, cuando se escapa de casa) (Del Revés9:09-11:00, 56:22 y 1:14:19)

    En otros casos ocurre lo contrario: para triunfar y desarrollar todo su potencial, el héroe o la heroína deben incumplir las expectativas de sus madres. Sus madres siempre les valoran, y les quieren, pero les obligan a hacer y a ser algo que ellos no quieren ni ser ni hacer. Por eso deben romper activamente el vínculo con ellas, aunque ruptura es temporal, porque todos se quieren mucho y al final las madres de  Elemental, Luca o Mulán ceden y celebran el triunfo contra todos sus pronósticos de sus hijos e hijas. Así, Mulán huye para no hacer un buen matrimonio y así dar a su familia "el nombre y la honra" que según le canta su madre es lo que tiene que hacer (Mulán, 5:16-8:11). El tema del "matrimonio correcto" aparece también en Elemental (10:22, 1:00:50). La madre de Luca frena al héroe porque tiene miedo , hasta tal punto que el enfado de la madre será el desencadenante de la partida del héroe (Luca, 6:33, 23:39).

    Para aconsejar y obligar a sus hijos e hijas a quedarse donde están, las madres de Vaiana, Mulán, Candela y Luca recurren a un argumento muy presente también en la filmografía de Disney: el respeto a la tradición, a los valores familiares. Hacer algo diferente de lo que se ha hecho siempre no sólo es peligroso para ellos, sino también para la familia.

    ¿Cómo son estas madres? Físicamente hay más variedad: animales, personas, una llama, una persona que se convierte en monstruo marino. Todas se parecen a sus hijos e hijas, repitiendo su misma apariencia pero con más edad. En cuanto a las personas, respecto a películas más antiguas estas madres responden a estereotipos más variados y más cercanos a la realidad del físico femenino: esbeltas pero atléticas, como la madre de Vaiana, o de formas rotundas como la madre de Luca, o mostrando la edad como la madre de Mulán, la de Tiana o la Alcmena de Hércules. La llama de Elemental también muestra su edad, y la coneja de Zootrópolis es tan redondeada y "mona" como su hija.

    En cuanto a gestos y actitudes, salvo las madres de Elemental y de Luca, más bruscas, rudas y de enfado fácil, el resto son dulces, tranquilas, de modales pausados. Las voces siguen este mismo patrón. En general, aquí pasa lo mismo que con el físico: los caracteres anímicos de estas madres, más modernas, se acercan más a la realidad y tienen cadencias más reconocibles.

    En cuanto al carácter, el común denominador de todas ellas es el amor profundo que manifiestan por sus hijos e hijas, incluso cuando hay enfrentamiento. Les quieren, les cuidan, les protegen. Cuando les ponen obstáculos y les intentan disuadir de lo que quieren hacer, siempre es por protegerlos. Siempre les animan, les recalcan su valía. Jamás son hirientes, manipuladoras o despreciativas.

    5. Madre terrible: las características de la madre terrible (Javier Parra, 2020), es decir, manipuladora, controladora, fría, falta de amor, egoísta. 

    • La madre Gothel en Enredados.
    Finalmente llegamos a una categoría que sólo tiene una representante pura, aunque hemos visto que algunas de nuestra madres amorosas pueden ser también madres terribles. Pero ésta es la única que lo es sin paliativos, hasta el punto de que es la villana de la película, la antagonista de la heroína. ¿Por qué no hay más? Bueno, evidentemente el cine de Disney no quiere transmitir a los niños y niñas (y a las madres que les llevan al cine) que hay madres horrorosas que destrozan a sus hijos e hijas. Hagan lo que hagan las madres, lo hacen por amor, por el bien de su familia, y siempre se les redime. Las malas madres no son madres de verdad. Y eso vale también para la madre Gothel. Es una mala madre, pero no, porque en realidad la madre de verdad es como tienen que ser las madres: amorosa, cuidadora y parecida a su hija.
    El espectador sabe desde el principio que es muy mala y que no es la madre de Rapunzel (Enredados, 1:58-2:49; 3:31-4:43) Pero la heroína crece creyendo que esa señora terrible es su madre, y por eso la hemos incluido aquí.
    De todas formas, a Rapunzel no le causa ningún conflicto darse cuenta de que la que ha creído su madre la ha tratado con verdadera malicia sólo para seguir siendo joven y guapa: la ha separado de sus verdaderos y amorosos padres, la ha encerrado en lo alto de una torre diciéndole que el mundo exterior es terrible, y que ella es tan tonta, tan ignorante y tan discapacitada que no sería capaz de sobrevivir  "ahí fuera". Porque "madre siempre sabe más".  Egoísmo extremo, manipulación, secuestro, encierro y desprecio. Para acabarlo de rematar, intenta matar a su enamorado y mantenerla encerrada. Y  todo ello sólo para seguir siendo joven y guapa. Desde luego, madre Gothen cumple punto por punto todos los rasgos de la madre terrible, equiparable a la madre de Carrie o de Norman Bates. No hay más que ver la canción que dedica a su hija al principio (Enredados, 12:52-15:31).

    You want to go outside? Why, Rapunzel!
    Look at you, as fragile as a flower
    Still a little sapling, just a sprout
    You know why we stay up in this tower
    That's right, to keep you safe and sound, dear
    Guess I always knew this day was coming
    Knew that soon you'd want to leave the nest
    Soon, but not yet
    Shh!
    Trust me, pet
    Mother knows best
    Mother knows best
    Listen to your mother
    It's a scary world out there
    Mother knows best
    One way or another
    Something will go wrong, I swear
    Ruffians, thugs
    Poison ivy, quicksand
    Cannibals and snakes
    The plague
    But
    Also large bugs
    Men with pointy teeth, and
    Stop, no more, you'll just upset me
    Mother's right here
    Mother will protect you
    Darling, here's what I suggest
    Skip the drama
    Stay with mama
    Mother knows best
    Go ahead, get mugged and left for dead
    Me, I’m just your mother what do I know?
    I only bathed, and changed, and nursed you
    Let me die alone here
    Be my guest
    When it’s too late, you’ll see
    Just wait
    Mother knows best
    Take it from your mumsy
    On your own, you won't survive
    Sloppy, underdressed
    Immature, clumsy
    Please, they'll eat you up alive
    Gullible, naïve
    Positively grubby
    Ditzy and a bit, well, hmm vague
    Plus, I believe
    Gettin' kinda chubby
    I'm just saying 'cause I wuv you
    Mother understands
    Mother's here to help you
    All I have is one request
    (...) 
    Don't forget it
    You'll regret it
    Mother knows best

    (Mother Knews best, Alan Menken y Glenn Slater)

    ¿Cómo es la madre Gothel?

    Es hermosa y joven, delgada, ágil... Pero es una belleza dura: angulosa, de rasgos marcados, con pómulos y mandíbula afilados. Ojos grandes, pero de párpados pesados y a medio abrir, y de ese verde amarillento que en Disney se asocia a los villanos desde los primeros clásicos. La boca es fina, la nariz larga y afilada, y es morena frente al rubio dorado de la cabellera de su supuesta hija. La expresión de la cara es muy cambiante, con gestos muy marcados, mucho movimiento de cejas, de comisuras de la boca hacia abajo, fruncimiento de ceño, entornamiento de los ojos, gestos de desprecio...  Los movimientos son igualmente ásperos: ágil, pero nerviosa, rígida, tendiendo a encorvarse para dar idea de astucia, de movimientos furtivos, huidizos. La voz quiere ser dulce, pero resulta impostada, chillona, un poco venenosa. Cuando se revela la verdadera naturaleza malvada del personaje, la voz se vuelve más grave, más dura.  Todo el físico refuerza la idea de falsedad, de mentira. 

    Lo que dice, la forma de decirlo, la actitud hacia su supuesta hija refuerza esta misma idea: es mala, y nada más.

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